Entradas populares

lunes, 24 de enero de 2011

Doña Calixta, Doña Nori, y los padres super trabajadores

Desde hace mas de 34 años, Doña Calixta, trabaja en la cuadra uno de la calle Chavin en el distrito de Breña. Cerca a un colegio primaria, un nido y el sindicato de trabajadores de Sedapal. Es una señora entrada en años. No me quiere decir su edad, pero calculo que pasa los 70 años.
La conversacion se inicia cuando en medio de este agobiante calor, decido acercarme para comprarle una bebida y un keke. Le pregunto, ¿como van los negocios? y me contesta que algo bajo por esta epoca del año, ya que los chicos estan de vacaciones. Espera que llegue marzo para tomar un nuevo impulso. Ella me cuenta que sus hijos son grandes, que su esposo fracasó cuando quiso colocar una bodega en su casa. Me dice que no le falta nada, pero que si un día dejara de trabajar se enfermaría. -Esto es mi vida-, dice Calixta en medio del calor de enero.
Hace unos años su salud se vio resquebrajada por estar mucho tiempo expuesta al viento del invierno. Le dio como una hemiplejia en el rostro, que no le permitía cerrar los ojos. Paraba llorando en las noches porque no podía dormir bien. Tras un tratamiento médico, logro reponer en algo su salud. Los medicos le recomendaron que ya no trabajara. Pero Doña Calixta es terca y sigue jalando su carreta todas las mañanas. Ella vive por Independencia, tiene su casa propia, pero no sabe hacer otra cosa que vender golosinas. Antes Breña era tranquila, dice Calixta, pero ahora hay mucho delincuente. Se queja de los Alcaldes que han pasado y menciona que los políticos la han decepcionado.
Se pasa los ultimos días de su vida aconsejando a las profesoras que se le acercan a comprar. Incluso se ha convertido a veces en la financista de algunos escolares que se quedan sin pasaje luego de comprar golosinas o cebiche al paso.

Se podría decir que Calixta es el ejemplo viviente de algunas mujeres emprendedoras que sobrepasan las metas y objetivos trazados para seguir adelante, a pesar de las señales de cansancio o muestras de sacrificio humano. Yo diría que Calixta me hace recordar en algo a mi madre, de viaje en España hace mas de 10 años. Su coraje y valentía la llevó a buscar mejores horizontes para sus hijos y en buena parte lo logró. Sin embargo el precio que hasta la fecha tiene que pagar es la distancia geográfica que la separa de su familia y el acostumbramiento a estar trabajando y trabajando indefinidamente por el simple hecho de sentirse util a la sociedad y no convertirse en un ser dependiente.

El ser humano es demasiado complejo y resulta dificil creer que todo nuestro esfuerzo fisico y agotamiento mental en la vida, no seran recompensados. Premio a esa lucha constante es la sonrisa de un hijo, el saber que puedes decir que le distes lo mejor de ti. Que si en esta vida, te hubieran pedido que canjees tu existencia por la de tu hijo (a) no lo pensarias dos veces, con tal de que ella o él no sufran. Los padres somos los eternos faros que guian a los hijos en su busqueda de la felicidad, la cual puede resumirse en décimas de segundos, y ser recordadas por toda la eternidad.

viernes, 14 de enero de 2011

Juan Pablo II, hizo un milagro en Lima

Si tuviera que hablar de un milagro en mi vida, necesariamente me debo referir al Papa Juan Pablo II. Hasta antes de su llegada a Lima (1985) no creía en él. Pensaba que era un señor buena gente que hacia misas en Roma y paraba viajando mucho

El dos de febrero de 1985 mi madre tenía en sus manos dos pases para ver al Papa Juan Pablo II en el Hipodromo de Monterrico. Era el "encuentro con los jóvenes". Ella deseaba conocer al santo padre y queria que sus hijos la acompañemos para el evento. Ni mis dos hermanas ni yo estabamos muy entusiasmados con la idea. Preferiamos pasear o salir a jugar. Eramos aun pequeños.

El hecho es que para esa cita se esperaba una multitudinaria concentracion de jovenes, los cuales se amanecieron haciendo cola para tomar las mejores ubicaciones. Mi mamá salió de casa mas allá de las 8 de la mañana, era probable que no tendria opción de ingresar a pesar de contar con los pases que mi Papá le facilitó a pesar de autodenominarse "ateo" de por vida. 

Segun cuenta mi madre, cuando ella llegó al lugar, muchos jovenes pugnaban por ingresar, pero las puertas estaban cerradas, no entraba un alfiler. Mi madre, que no es una mujer fácil de caracter, decidió buscar otra puerta y animó a algunos de los rechazados para que la acompañaran. El asunto es que tuvieron que rodear las inmensas paredes del hipodromo para encontrar alguna puerta que les permitiera su acceso. Pasaban los minutos y no encontraban nada que se pareciera a una puerta falsa. Era febrero y el sol estaba en su punto máximo. Mi madre solo tenía un par de naranjas para refrescarse, nadie vendía nada por ahí, era una zona solitaria. De pronto cuando todo estaba cuesta arriba, divisó una puerta pequeña por donde ingresaba el personal de apoyo para la actividad. Fue ahí que corrió como nunca antes, a fin de evitar que la vieran los policías. Cuando estuvo dentro del recinto, surgió el tema de como llegaría hasta el lugar donde estaba dando su discurso el Papa. 
Su orientación e instinto la hicieron cruzar algunos zonas agrestes y traspasar una malla metalica algo rota, para luego seguir a través de su oido la voz del sumo pontifice. 
Avanzó algunos metros y cuando menos lo imaginó apareció cerca de una malla preparada para el evento, que conducía al estrado principal. Ella no podía creerlo, estaba en las primeras filas, muy cerca del Papa Juan Pablo II. Por esa zona se ubicaban los clérigos y las monjitas. Tuvo que pedirle al controlador que la dejara pasar, que había tenido una urgencia y que tuvo que ir a los servicios. Hasta le obsequió la unica naranja que le quedaba para refrescarse. El vigilante la dejó pasar para que pudiera ver y escuchar a este hombre que transformó los corazones de millones de personas y que por primera vez venía al Perú. Mi madre embargada por la emoción, comenzó a entonar las canciones que los miles de jovenes le cantaban al representante de Dios en la tierra. Su tenacidad la llevó hacia la meta, algo que ella veía lejano pero que luchó hasta el final. 
Tras la ceremonia, ella salió junto a la multitud con otro semblante, mas reconfortada, sin agotamiento, y con la fe al cien por ciento. Su garganta estaba quebrada por todo el esfuerzo y la falta de agua, pero eso no le importó, había visto de cerca al Papa y era mas que suficiente. En la noche, cuando me iba a dormir me contó su hazaña y yo no entendí como es que Juan Pablo II causaba ese furor en las personas.

Tuvieron que pasar tres años (1988) para que en su segunda visita al Perú, yo pudiera verlo de cerca con ocasión del Congreso Eucaristico Mariano de los países Bolivarianos. Recuerdo que fue en el Centro  Comercial de la Plaza San Miguel. Esa vez, sentí que en ese lugar había una energía inmensa y que el promotor de todo ello, no era otro que el Papa.

Debo ser hidalgo en reconocer que nunca había sentido algo asi en mi alma o mi mente. Era como tener a un santo frente a ti. Antes de 1988 yo decía ser "ateo", un poco para molestar a mi madre, y seguirle la corriente a mi padre, despues de escuchar y ver al Santo Padre, me dije a mi mismo, que estaba equivocado. Ese hombre de carne y hueso tenía algo que lo hacía diferente al resto. Ese hombre nos hablaba al alma y podía ingresar dulcemente a nuestras mentes para hacernos entender el milagro de la vida. Hasta pronto Juan Pablo II.  

lunes, 10 de enero de 2011

Mi acercamiento a los poemas

1984, un año antes de los grandes cambios en mi vida. Era de noche de un dia de octubre. Muy tarde, mas de la medianoche y mi padre me despierta para pedirme un favor. Queria que grabara con mi voz de niño un poema que él le había escrito a mi primo Luis. Por esa entonces yo tenía nueve años y aun no sabia que era un poema. Sabia que eran los cuentos, las fabulas y las novelas cortas, pero nunca había leido un poema.

El asunto es que mi primo estaba en el hospital, recuperandose de una operación al apendice, algo sencillo de tratar, segun me dijeron. El tenía un año mas que yo. No podía ir a visitarlo porque no dejaban entrar a los menores de edad. Mis padres si lo vieron, y por lo que me contaron todo estaba bien, solo esperaban que le dieran de alta.

Esa noche, mi padre me pidio que grabara en una grabadora antigua y que él se había prestado, un poema que escribió en honor a mi primo. Yo le dije que tenia sueño y que mejor lo hacía mañana, él me insistió y añadió que no tenía mucho tiempo porque debía salir de la casa. Bueno, ante la insistencia tome la hoja escrita con lapicero y repase cada uno de los versos que mi padre había escrito para Luchito. Todos los versos tenía una rima alternada, no coincidian de manera perfecta pero el mensaje era verídico y esperanzador. Recuerdo algunas palabras como: angel, Dios, luz, niño, cielo, jugar, y otras más. Al inicio repase el poema y grabamos una prueba, que luego escuchamos juntos. Mi padre me sugirió que pusiera enfasis en algunas frases, que él creia eran las más significativas. Volvimos a grabar y al final de mi voz, él grabó la fecha, nuestros nombres, y la hora. Ademas de un mensaje para mis tíos. Cuando terminó todo, yo le pedí que me explicara porque salia a esa hora (tan tarde) y a donde iba. Me dijo, sin darme muchos detalles, que salía a Comas, a la casa de Luchito para ayudar a mis tíos. Le dije que no entendía nada. Entonces con la voz algo quebrada y a punto de llorar me dijo que mi primo Luis había tenido una recaida en el Hospital y que los médicos lo habían operado nuevamente para salvarle la vida, pero que resultó imposible debido a la infección que tenía...ahí fue que escuche por primera vez la palabra muerte junto al nombre de un ser querido.
Un frio recorrió mi cuerpo y fue en ese momento que entendí que ese poema era un homenaje para un angel que Dios había querido recoger muy temprano. Esa noche no pude dormir. Necesitaba hablar con alguien, pero mis hermanas eran muy pequeñas aun y mi madre estaba descansando tras una larga jornada en el hospital.
Ahora que evoco estas escenas del pasado me pregunto ¿como una negligencia médica le robó la vida a un ser tan especial? ¿es justo que los padres entierren a sus hijos, cuando debería ser al revés? ¿cuan  injusta puede ser la vida para los seres mas indefensos? (los niños)

Y lo digo porque mi primo Luis, con tan solo 9 años ya era campeón de matemáticas en el Colegio Ricardo Bentín del Rímac. Jugaba al futbol siempre, a pesar de que sufría de los bronquios y tenía algo de sobrepeso. Era un niño ultra-colaborador con sus padres e incluso los ayudaba con los quehaceres del hogar. Era un primo que no envidiaba al resto por tener mas o menos juguetes. Lo recuerdo como un niño que tenía ganas de vivir a mil por hora. Era un chico travieso y pícaro pero generoso con los desvalidos. Nunca abusó con su contextura física. Luis sería ahora el mayor de todos mis primos y tal vez sus hijos o hijas jugarían al lado de las mías.

No olvidaré el día que Luis me enseñaba las matemáticas como si todo fuera pan con mantequilla. En tu memoria Luis, podria decir mil cosas mas, pero tal vez la mas trascendental fue que la noche de tu partida decidí ser un poeta sin tiempo, sin edad. Un narrador del pasado, el presente y el futuro. No puedo dejar de mencionar a mi Padre, quien, involuntariamente, me ayudó a descubrir (esa noche) algunos talentos para expresar en líneas, versos, o la propia voz, lo que muchos sienten y piensan pero no pueden expresar.

Hasta pronto querido primo, amigo y socio de juegos y travesuras. El día que Dios lo disponga nos encontraremos para reir y volver a jugar juntos en el tiempo infinito.  


sábado, 1 de enero de 2011

2011...el inicio de una nueva decada

Los que somos del año 1975, hemos presenciado el paso de tres decadas completas, el cambio de siglo y el traspaso a un nuevo milenio. Somos personas que a la fecha estamos ad portas de llegar a la base 4 con mucho sobre los hombros pero con la firme decisión de seguir luchando para que este país crezca y nuestros hijos tengan un mejor futuro.
Recuerdo que en una vieja pelicula, el padre le dice a su hijo, que cree que él (por su avanzada edad) no llegará a ver los frutos de su esfuerzo, y el hijo le responde que..."ya llegaremos papá". Hoy (02 de enero del 2011) que iniciamos un nuevo año y una nueva decada pienso que dependerá de nuestro esfuerzo conjunto el poder llegar a metas mayores de las obtenidas en estos ultimos 20 ó 30 años. No podemos actuar como leones o llaneros solitarios, en esta vida todo esfuerzo debe contar con un respaldo familiar o amical. Somos una sociedad, justa o injusta a veces pero necesaria para ser parte de un todo. Cada lucha diaria que iniciamos al levantarnos de la cama permite que el Perú siga adelante por merito de sus ciudadanos y no por las autoridades que nos gobiernan. No promulgo la anarquia o el caos, pero si nos seguimos preguntando... ¿en que momento se jodio el Perú? o ¿de quien es la culpa?, nada avanzaremos.
Miremos para adelante, estamos en lo mejor de nuestra existencia, cada segundo que pasa en la vida es una oportunidad para cambiarlo todo. Procuremos que nuestra familia prevalezca sobre los intereses o ambiciones economicas. Criemos a nuestros hijos (as) con el valor de ser una mujer u hombre de bien. Expliquemosles como es que llegamos a esta instancia de la vida. No les contemos cuentos chinos, la verdad es una sola y la historia también. Este año 2011 se presenta como el momento del despegue para muchos de nosotros. Asumamos desafios mas grandes para luego cosechar exitos colectivos y no solo victorias solitarias. Como decía Ernesto "Che" Guevara: si avanzo seguidme, si retrocedo, empujadme, y si me detengo...matadme.