Lydda:
La vida llegó a tu vida por
propia voluntad. Madre joven que enfrentaste mil retos para asumir tu nuevo
rol. Contra la voluntad de algunos, tu milagro se hizo realidad. Dejaste atrás
las muñecas y los triciclos, los cuadernos y los estudios, para convertirte en
una mujer graduada de la vida que reafirmó en todo momento su búsqueda por una
familia unida.
Hoy con dos hijos y varios años
encima, le dices al mundo que nada, ni nadie podrá cambiar tu forma de ser
MADRE. Con defectos y virtudes, sigues adelante.
Todos vemos la vehemencia con la
que sigues empujando a tu familia. Eres
el motor que enciende la mañana y se acuesta tarde para vigilar que todo esté
bien, que nada falte.
Sin referentes al lado, sin
copias, ni calcos, tú ya eres una madre a tiempo completo. ¡Vaya que te costó! Pero,
¿qué ha sido fácil en tu vida? La respuesta es simple: nada. Ninguna persona te
regaló nada de lo que eres hoy. Siéntete orgullosa de ser quien eres, no mires
a los costados, ni dejes que te gane la curiosidad. Madre solo hay una, y hoy
más que nunca tus hijos lo quieren seguir reafirmando en cada paso que den
junto a ti. ¡Feliz día de la madre, querida hermana!